Luis Arias* y su esposa recuerdan que hace como 10 años los caños de Acacías eran fuente de abundante pescado guarapurí, mojarra, caronchito y hasta de babillas. También eran sitios de descanso, paseo y recreación.
“En el caño La Unión y Siete Vueltas metíamos la olla para sacar el agua del sancocho, todos los días, y la olla iba derechito al fogón; de ahí iba a la mesa y comíamos sin miedo de una soltura de estómago”, recuerda Luis, habitante de la vereda La Esmeralda.
Ahora, esos caños limpios de Acacías, para la familia de Luis y las de miles de pobladores de las 12 veredas de la zona petrolera de Ecopetrol en ese municipio son solo un recuerdo.
Llano Sie7edías recorrió durante dos días las principales fuentes de agua de la zona, incluido el río Acacías, y encontró que solo el caño La Esmeralda está aparentemente libre de contaminación. Sus piedras se ven cubiertas por el musgo, hay aves y las aguas corren cristalinas entre la vegetación.
En las otras fuentes hídricas se pueden ver espesas natas de hidrocarburos, espumas con químicos flotando, se sienten olores putrefactos y aguas que en el pasado eran cristalinas ahora se ven verdosas y oscuras.
Según la población del área de influencia y algunos líderes de juntas que se atreven a hablar afirman que son el reflejo del impacto ambiental que dejan la producción petrolera y los cultivos de palma.
Por este panorama, el pasado viernes la comunidad de las veredas La Esmeralda y Chichimene se opuso a que Ecopetrol entrara con otros taladros a la zona para construir la plataforma de un cluster, dentro del proyecto CPO9. Advierten que van a acabar con el caño La Esmeralda.
En medio de la tensión se desencadenaron violentos disturbios con el Esmad, hubo 24 capturados, quemaron maquinaria y vehículos, además, por lo menos seis personas resultaron heridas.
En la región resulta paradójico que a pesar de contar con riqueza hídrica a escasos 30 metros de las casas, la gente no puede utilizar el agua de los caños.
“Ecopetrol nos tuvo que construir unos tanques elevados para poder tener agua potable para comer y para bañarnos, la cual traen en carrotanques”, dice Humberto Olaya, de La Esmeralda.
Edith Santos, presidenta de la Junta Comunal de Chichimene, afirma que los jagüeyes también están contaminados y que los niveles de agua son muy bajos.
“Se han hecho miles de denuncias a Ecopetrol, que es la empresa que ha causado todo este daño ambiental, pero no hemos visto que le den importancia”, alega la líder comunal.
Gloria Inés Zambrano, ambientalista de Acacías e integrante de la Mesa Mineroenergética Ambiental del Meta, advierte que el recurso hídrico está muriendo y que la tumba de los caños la van a cavar con tres proyectos petroleros más que vienen en camino, entre ellos el ‘K50’, que va a impactar 15 veredas de Acacías y cinco de Guamal. Denuncia que el río Acaciítas quedó convertido en caño.
Un sector de la población señala al alcalde de Acacías, Arsenio Vargas, de no hacer lo suficiente para proteger los derechos ambientales de la comunidad (vea nota anexa con la reacción del Alcalde).
*Nombre cambiado a petición de la fuente.
Lo que dice ECOPETROL
Wilson Yovani De la Cruz, líder de viabilidad ambiental de Ecopetrol, dijo que la empresa es social y ambiental- mente responsable y cumple con todas las normas establecidas por las autoridades ambientales. Incluso, dijo: “Vamos mucho más allá de la inversión voluntaria y social”. Aseguró que cuando hay algún daño es reparado en coordinación con las comunidades y las autoridades. Agregó que Ecopetrol es un actor relevante, que siempre pone la cara, pero también hay otros actores como palmeros, arroceros y ganaderos que también hacen presencia en Acacías.
'No soy autoridad ambiental': Alcalde de Acacías
El alcalde de Acacías, Arsenio Vargas Álvarez, les salió al paso a quienes lo señalan por el daño ambiental en los caños de la zona petrolera, afirmando que en medio de las socializaciones lo primero que hace como autoridad municipal es exigir a la petrolera que todos los documentos estén en regla.
“Hablamos del licenciamiento del ANLA, de los permisos de Cormacarena, del Ministerio del Medio Ambiente. Cuando todo se presenta en regla, nosotros como administración no podemos objetar, yo no soy autoridad ambiental”, dijo.
Informó que en enero se nombró una comisión para verificar las denuncias y quejas sobre el impacto ambiental por parte de la comunidad y que el paquete fue enviado al ANLA, a la ANH, a la Procuraduría Ambiental, a Cormacarena, a la Contraloría y a Ecopetrol.
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